PROBLEMA. Familias guatemaltecas del poblado Petén se refugiaron en Tenosique, Tabasco, tras ser presuntamente desalojados por militares de su país en 2011 (Foto: ARCHIVO EL UNIVERSAL) |
VILLAHERMOSA. La iglesia católica del sur del país exigió a las autoridades federal, estatales de Chiapas y Tabasco, así como municipales a cumplir con sus obligaciones y poner un alto a las vejaciones que sufren los migrantes centroamericanos que pasan por estas entidades.
Además, solicitaron al Instituto Nacional de Migración (INM) invertir en los procesos de depuración de personal, y no seguir “encarcelando a las personas que sólo buscan mejorar su condición de vida”. A la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) pidieron fortalecer su presencia y actividad en los municipios de Tenosique, Tabasco, y Palenque, Chiapas.
Estas conclusiones surgieron tras la reunión de decenas de agentes de la Dimensión Pastoral de la Movilidad Humana de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) en Tenosique, a donde celebraron el Taller Anual de la Zona Sur.
En un comunicado, los representantes de la iglesia católica destacaron que el trabajo que realizaron “tuvo como objetivo conocer las múltiples violaciones de derechos humanos que la población migrante de origen extranjero sufre en esta zona”.
“Queremos resaltar la indignante situación que padecen los migrantes en la frontera sur de nuestro país, sin negar que dicha situación es igualmente preocupante en todo el territorio nacional”, señalaron los agentes de la Dimensión Pastoral de la Movilidad Humana de la CEM.
Relataron que conocieron la situación de la población guatemalteca de Nueva Esperanza, La Libertad, Petén, que fue desplazada violentamente por el gobierno de Guatemala y que al buscar protección en México fueron nuevamente victimizadas.
Los católicos realizaron un recorrido desde la población del Naranjo, Petén, Guatemala, hasta la comunidad de la Palma, en Tenosique, Tabasco, ruta migratoria utilizada por la población indocumentada en la que se pudo escuchar y observar los lugares en donde son asaltados y las mujeres ultrajadas, entre otros delitos y violaciones de derechos humanos, situación que es una constante en el camino de los migrantes.
“Nos indignamos por la alarmante impunidad con la que las autoridades de Tabasco, especialmente del municipio de Tenosique, han permitido que la sangre de los migrantes sea derramada”, acusaron. “También documentamos la presencia de grupos delincuenciales que operan en la zona, hechos que han sido denunciados en dos ocasiones ante el fuero común y tres ante el fuero federal de diciembre de 2011 a la fecha”, enumeraron.
En la relatoría del Taller Anual de la Zona Sur, los agentes de la Dimensión Pastoral de la Movilidad Humana destacaron que también la situación en el norte del estado de Chiapas “seguimos recibiendo casos de personas secuestradas, asaltadas, violadas y asesinadas sin que la Fiscalía Especial, ni las autoridades de los municipios de Palenque y Ocosingo prevengan y castiguen a los responsables”.
Señalaron que el gobierno federal “está más interesada en la construcción de una nueva estación migratoria que en atender la severa corrupción” en el INM.
Exigieron a autoridades del embarcadero fronterizo del río San Pedro, La Palma, Tenosique, y en al menos otros cinco puntos de revisión cercanos a la zona, que amplíen sus recorridos.
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