lunes, 11 de abril de 2011
Naturalizados y Transfusión de Sangre
El Médico Cirujano Ladislao de Belina Swiontkowsky (1850-1890) inventó el “Aparato de Belina”, que fue usado en nuestro país para realizar transfusiones de sangre. El Aparato llamó mucho la atención en su época, cuando apenas comenzaba a popularizarse la transfusión alrededor del globo.
Ladislao nació en Varsovia, actual Polonia, en 1850, cuando pertenecía al Imperio Ruso. En 1867 se doctoró en París y en Heidelberg (actual Alemania), llegando a nuestro país en 1874, durante el Gobierno de Sebastián Lerdo de Tejada. Aquí se volvió a graduar en la Escuela de Medicina de México dos años después.
Usó por primera vez el hipnotismo como procedimiento terapéutico y anestésico. Belina se hizo muy conocido y colaboró con la sociedad médica bajo el nombre de Pedro Escobedo y con las revistas medicas mexicanas. Murió contagiado de tifo durante un brote epidémico.
Encontré información que dice que él se opuso a la desecación del lago de Texcoco, pues consideraba que eso iba a cambiar negativamente el clima del Estado de México, pero fue muy poco lo que obtuve.
No hallé ningún sitio donde dijera que se naturalizado, de hecho encontré muy poco información sobre él. Sin embargo, el que adoptará el nombre de “Pedro Escobedo”, me hace pensar que así fue, además tomando en cuenta que de seguro, no quería seguir siendo “Ruso”.
Su aporte:
La primera transfusión de sangre exitosa fue realizada en 1845 por Matías G. Beistegui (1816-1852) y Francisco J. Vértiz (1818-1850) para el caso de una hemorragia puerpal.
En 1858 Manuel Carmona y Valle (1832-1902) hizo públicos los resultados de transfusiones de sangre, con perros como receptores de sangre aportada por palomas y conejos.
En 1874, el año de su llegada, Ladislao junto con Pablo Martínez del Río (1809-1882) realizaron transfusiones exitosas, a partir de ahí los médicos mexicanos realizaron dicho procedimiento con mayor frecuencia y seguridad.
He aquí una descripción de su invento, realizado en su época:
“El aparato de Belina consiste en un cilindro de cristal terminado hacia la parte inferior en una forma conoidea; mide dicho cilindro unos 20 centímetros de altura por 5 de diámetro. En la parte superior del cilindro existe un tapón por medio del cual entra un tubo de goma que se comunica con dos pelotas, como las del aparato de Richardson y las del termo-cauterio de Paquelin, las cuales hacen penetrar el aire dentro del receptáculo de cristal.
En el extremo inferior del cilindro conoideo se ajusta un tubo de goma, el cual se comunica con un trócar, que sirve para punzarla vena; y con el objeto de mantener una temperatura constante, se rodea el aparato por medio de una bayeta caliente.”
Cuando te pregunten que le han hecho los naturalizados por México, tú debes responder: “Han salvado vidas, y realizado inventos científicos”.
Nota:
Encontré una imagen del Aparato de Belina, pero debido a que no la puedo copiar, tardare un par de días en subirla, en lo que pruebo otros métodos. Saludos.
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