Momento, no me confundan con la gobernadora de Arizona Jan Brewer, ni con Joe Arpaio, me refiero a los ilegales Estadounidenses en México dedicados al narcotráfico.
El mejor ejemplo es la reciente captura de Edgar Valdez Villarreal, alías “La Barbie”, sicario nacido en Laredo, Texas, quien cruzó la frontera de manera ilegal para continuar su carrera delictiva.
Pero no se fue sólo, reclutó a varios ciudadanos americanos que también cruzaron la frontera de manera ilegal y se dedicaron a traficar drogas y asesinar en territorio nacional.
Si no fuera por la enorme suma de delitos del que es portador, lo primero que debió hacer el gobierno era ficharlo y depórtalo, al igual que hace el país vecino con nuestros ilegales.
Gringos, tenían razón: los ilegales son delincuentes y peligrosos para la paz pública.
Pd: Una dosis de sarcasmo no hace daño.
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